ESTE ESPACIO. ESTE SUEÑO.

HACE ALGÚN TIEMPO quisimos apoyar a escritores locales de la Región de Los Lagos (Chile), con la publicación de su producción literaria. Nuestro sueño era —y sigue siendo— contar con nuestra propia casa editorial, e imprimir pequeñas tiradas de las obras seleccionadas, para dar a conocer sus autores: talvez, así alguna casa editorial importante, aquilatando el valor de esa producción, pudiera apoyarlos “en serio” y lanzarlos al gran mercado de lectores. Se trataba de editar artesanalmente la producción literaria que entendíamos con algún valor intrínseco de interés: de allí el nombre de la editorial —HORNO DE BARRO—, recogiendo en este logotipo la cultura culinaria de nuestros campos cuando aquella cultivaba el trigo y preparaba su molienda para obtener la harina morena con la que amasaba el pan de cada día, cociéndolo en hornos de fabricación casera, hechos de barro y paja y empleando la leña de los propios bosques como combustible. En fin, todo hecho en casa, con un producto de sabor y textura muy particular y con aroma de hogar.
Bueno, pues, ahora estamos intentando una solución alternativa a través de este HORNO DE BARRO algo sofisticado. Es como el sueño de quien, no renegando de sus raíces ancestrales, asume la obligada emigración a la gran urbe como algo inevitable, pero con el irrenunciado sueño de regresar algún día a los espacios de la niñez y la primera juventud. Es, entonces, este HORNO DE BARRO un espacio para ustedes, los que escriben y los que leen. Estamos todos invitados a esta suerte de minga, aportando cada uno lo suyo. Yo espero que el producto sea del agrado de todos quienes se acerquen a este modesto rincón.

Paulo Balle, editor.

Puerto Montt, Chle, mayo de 2007

26 febrero, 2010

VOLTAIRE, NAVEGANTE ESCRITOR RETORNADO A LA CALETA DE ORIGEN

Estimadísimo amigo, Voltaire; me alegró muchísimo tu llamado telefónico por la promesa que encierra de interesantes diálogos literarios, otrora iniciados por el pegoteo obligado a la red de aquella inolvidable "araña gris"... de la que, lamentablemente, me safé hace tiempo simplemente por algún accidente ya olvidado. De aquellos tiempos recuerdo con especial nostalgia los excelentes relatos de VCJ. Alguna vez, a bordo de un bote pesquero en una noche sin luna ni estrellas ni noctilucas en las aguas de Hornopirén, el golpeteo rítmico de los remos haciéndole gallitos a la marejada acompañado por el quejido tenístico de las chumaceras a cada ¡clap! de las paletas, eran el marco para la conversa literaria de la tripulación, cargada de leyendas hechas realidad "ayer no más"; servían para alejar el temor de la navegación a ciegas y acortar así los tiempos y las distancias hasta la caleta amigable, acogedora. Imaginaba entonces que quien relataba los acontecimientos era el patrón, don Voltaire, "on Golter que le mientan", que iba anticipando así la trama arácnida de su próximo cuento... Los sueños de entonces permanecieron siempre como sueños, y siguen siéndolo aún hoy, sin solución posible de continuidad. Espero un encuentro sonambulístico contigo animado por el espíritu de un botellón de tinto. Cuéntame de ti, de tu deambular desde que te fuiste de esta caleta. Envíame, si puedes, algún cuentecillo como entremés premonitorio de la degustación del plato de fondo de tu libro publicado. Intenté encontrar algo en internet; pero, o yo no conozco aún todos los secretos de la búsqueda cibernética o alguien ha omitido incluir páginas de buena letra que digan más que un breve noticioso dando cuenta de que existes, eres escritor y has obtenido menciones y premios.

Te envío el enlace a uno de mis blog con el que he pretendido, vanamente una vez más, lanzar al aire las cuartillas inspiradas escritas por mis amigos coterráneos. Te envío, además, un abrazo cordial.

Sergio (o Paulo Balle, como quieras)

27 julio, 2008

POEMAS DE VÍCTOR CATALÁN



LO ÁRBOL DE CADA UNO (1)



Voy al árbol más íntimo entre todos los árboles
aquel pequeño árbol en cuya rama más alta matamos un amor
y aquel enorme otro árbol a cuya sombra mi pequeña madre
oscureció a mi padre con su mínima sombra.

Voy al árbol que es casi un estatuto
más bien es ley cabal en el sentido azul que es color de un hermano
o en el sentido duro que es el nudo durísimo con que a un hijo golpeé
qué árbol más amargo se secó en todo eso.

Voy al árbol frondoso de lo esencial de un hombre.

Partido por un rayo voy al perro que acuesta
muerte perra y terrible bajo el tronco secreto
sombra oculta del perro
la mortaja de un árbol.

Luego está la raíz
los nidos de ese árbol
cuántas veces he visto a mi amor entrándose a ese nido
desnuda como yo para no avergonzarme
como si fuera un Dios que me espera allá arriba
y fuéramos nosotros los pájaros de ese árbol.



LO ÁRBOL DE CADA UNO (2)


Lo árbol de cada uno va siendo entre tanta sequía
la humedad sentimental del humano.

Lo árbol de cada uno va con su sombra salvando las distancias
que el sol en nuestro andar va dejando.

Y cuando llega el tiempo de irse hacia donde apunta el destino del árbol
el árbol de cada uno apremia a la oscura semilla
a que brote algo más vegetal dentro de uno
algo menos animal árbol humano.

Qué brotará de la rama que damos en llamar árbol principal
y es sólo la rama en que se pudren las palabras.

Qué brotará de la sombra de la rama
que sabe de otoños en que el odio se suele fatigar